Las emociones afectan el estómago y como comemos

Las emociones afectan el estómago y como comemos

14/11/2014 • Informes • Views: 195

Últimos estudios han encontrado que tenemos un “segundo cerebro” ubicado en el estomago y directamente relacionado con las emociones, lo que nos hace pensar en cómo las emociones nos afectan también en la conducta alimenticia.

En los dichos y expresiones populares se encuentra presente el conocimiento respecto de cómo nos afectamos en nuestra salud estomacal por situaciones emocionales, por ejemplo, cuando sentimos que se nos “cierra el estomago” luego de una situación difícil, o nos “hichamos” después de un episodio de estrés o incluso hay personas que vomitan cuando no aceptan una realidad. La sabiduría de lo que vivimos día a día, muchas veces se adelanta a los estudios científicos que hoy descubren que tendríamos un segundo cerebro en la zona del estómago.

¿Qué es el segundo cerebro?

Se trata de una amplia red neuronal que no elabora los pensamientos, pero que tiene directa relación con los estados del ánimo y los ciclos circadianos. Respecto a esto Michael Gershon, estudioso de la Universidad de Columbia en Estados Unidos, señala que este segundo cerebro está constituido por capas neuronales que se ubican en las paredes del tubo del intestino, el científico asegura que esta red consta de más de 100 millones de neuronas.

El segundo cerebro se conecta con el cerebro (el que está ubicado dentro del cráneo) y determina nuestro estado mental. En el segundo cerebro no solo se han encontrado neuronas sino que también están presentes todos los tipos de neurotransmisores. Incluso, se dice que el 95% de la serotonina, neurotransmisor relacionado con los estados de placer, se encuentra en el intestino.

¿Cuáles son las funciones del segundo cerebro?

La principal función de esta red neuronal es llevar a cabo la digestión. No obstante, como Emeran Mayer, profesor de Fisiología, Psiquiatría y Ciencias del Bio-comportamiento de la Universidad de California, lo señala también es importante comentar que muchos de nuestros estados emocionales están influídos por estos “nervios intestinales”. Guido Iantorno, jefe de la Unidad de Motilidad Digestiva del Hospital Bonorino Udaondo, por su parte, explicó que aunque de forma indirecta, a través del eje cerebro-intestinal, el sistema nervioso entérico puede actuar sobre situaciones emocionales y en otros estados como es la hipersensibilidad al dolor.

¿Colon Irritable, una enfermedad mental?

Se sabe que el síndrome de colon irritable está asociado a estados emocionales desequilibrados como puede ser el estrés. Esto, se reafirma con el descubrimiento del segundo cerebro y la relación de este padecimiento con exceso de serotonina en el intestino.

La importancia de escuchar las señales de nuestro abdomen

Hay veces en que nos enfrentamos a situaciones donde solo podemos percibir una sensación gutural que cuesta poner en palabras. Generalmente, no “escuchamos” esta sensación y tratamos de entender o intelectualizar lo que estamos viviendo. No obstante, puede ser que nuestro “segundo cerebro” sea más rápido que el primero y nos esté dando indicios de lo que nos está pasando. Si aprendemos a leer estas señales de nuestro abdomen, seremos personas más sanas, perceptivas y equilibradas.

Para entender mejor la relación entre nuestras emociones y los 2 cerebros podemos observar el fenómeno del estreñimiento crónico, que se supone que es por una falta de serotonina en el sistema digestivo, esto nos puede convertir en personas más pesimistas y también presentar una baja en la libido.

Al empezar a cuidar tu estomago, estas cuidando también tu salud mental y viceversa.

¿Cómo aumento mi bienestar?

Empieza por observarte y conocerte, detectar qué te hace mal, ser consciente de qué comes y cuándo lo comes y cómo lo comes.
Sí logramos relajar el abdomen, las neuronas estomacales producen benzodiacepinas, que son las sustancias que usamos como ansiolíticos para relajarnos y como inductores del sueño, también las usamos para contracturas musculares.

¿Cómo inducir paz a nuestro abdomen y vida?

Empieza por pequeños cambios de hábitos:

  • Comer saludable
  • Comer con tiempo
  • Ir al baño sin apuro
  • Si tienes dificultades para ir al baño hazte automasajes empezando del lado derecho y siguiendo la dirección de las agujas del reloj
  • Haz 10 minutos de estiramientos diarios
  • A media tarde, cuando nos dan ganas de dormir la siesta, haz respiraciones desde la panza
  • Un vaso de agua caliente en ayunas con menta y limón activa la musculatura del estomago, intestinos y vesícula
  • De vez en cuando haz alguna dieta depurativa
  • Haz ejercicio de manera regular

¿Cómo influye mi salud digestiva en el resto de mi organismo?

Ya dijimos que la salud digestiva esta interrelacionada con la salud emocional y mental. Pero no solo esto, el círculo vicioso – o virtuoso, si logramos revertirlo- puede llegar a afectar otros órganos de nuestro cuerpo. El primero es la piel, cuando nuestro sistema digestivo y emocional no está bien, se presentan dermatitis, acné, psoriasis, manchas, piel atópica, entre otros. El origen de estos padecimientos se encuentra en un 80% en una intoxicación interna.

Por otro lado, hay una conexión clara entre el envejecimiento precoz y los procesos degenerativos tanto de la piel y las articulaciones con la salud estomacal. Respecto a esto, ió Iliá Mechnikov, premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1908, señaló que la fermentación pútrida del intestino es la principal razón del envejecimiento precoz. Por otro lado, se ha visto que el estreñimiento y la putrefacción proteica están también relacionados con el desarrollo del cáncer y a los procesos degenerativos sistémicos. Lo anterior no es descabellado si entendemos que la célula tiene que estar bien nutrida e hidratada para mantener adecuadamente el proceso de eliminación toxinas y de los radicales libres.

Seamos sinceros, el estilo de vida que llevamos no es la mejor para inducir paz y salud a nuestro organismo y vida, quizá es momento de cuestionarnos cómo estamos viviendo y empezar a cambiar algunos hábitos. La desintoxicación comienza desde dentro, en su organismo, lo que le dará la energía y vitalidad que necesita para hacer esos cambios en un su vida que tanto anhela. No tenga miedo, empiece por hacer algo nuevo cada día por su salud y de quienes le rodean.

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