¿Conoces la migraña hepática?

26/04/2018 • Informes, Salud & Consejos • Views: 3203

Muchas pruebas sugieren que las migrañas pueden estar asociadas al estado de salud del hígado, en particular, la enfermedad hepática grasa no alcohólica (EHGNA), producida por el consumo crónico de azúcares en exceso.

¿Alguna vez se preguntó si hay una conexión entre la migraña y el funcionamiento del hígado? A menos que sea un ávido lector de la medicina tradicional china probablemente no haya pensado nunca que los dos pudieran estar conectados de alguna manera.

Las migrañas suelen ser el resultado de una combinación del aumento de los vasos sanguíneos que provoca una contracción anormal. Cuando una arteria se agranda, causa una liberación de productos químicos pro-inflamatorios que pueden causar dolor. Esto produce hinchazón de la arteria, que prolonga el daño y el tiempo de recuperación.

¿Qué es la migraña hepática?

El hígado es el órgano que metaboliza (y desintoxica) millones de sustancias que entran en el cuerpo. Los contaminantes ambientales, la calidad de los alimentos o el uso de aditivos alimentarios, el consumo de alcohol y los medicamentos, entre otros, afectan la velocidad en la que funciona el hígado y pueden causar daños graves (por ejemplo, NAFLD, fibrosis, cirrosis, etc.).

La conexión entre el hígado y las jaquecas se relaciona con cambios vasculares asociados al metabolismo alterado de la serotonina. Se trata de un importante neurotransmisor (molécula mensajera liberada de las células nerviosas) que es metabolizado por el hígado. Algunos investigadores aseguran que mediante la mejora de la función hepática y la normalización del metabolismo de la serotonina, la frecuencia y la gravedad de la migraña podría llegar a reducirse.

¿Hay otras causas de migrañas en el hígado?

• Cuidado con las comidas

Muchas personas han experimentado una conexión entre ciertos alimentos y sus migrañas. Algunos de estos alimentos incluyen el chocolate, los quesos envejecidos y los productos fermentados, o algunas bebidas como el vino. Lo que todos estos productos tienen en común es que pueden ser capaces de estimular los neurotransmisores demasiado activos durante una migraña.

• Las hormonas femeninas

Entre las mujeres, aquellas que tienden a sufrir de migrañas son más propensas a experimentarlas en las fechas cercanas a sus períodos, generalmente alrededor de dos días antes del primer flujo. En algunos casos, las migrañas son más graves durante la menstruación que en cualquier otra época del mes. Los niveles de estrógeno y progesterona disminuyen antes de la menstruación y se producen las típicas “migrañas hepáticas”. Recordemos que el hígado es el órgano que metaboliza y elimina nuestro estrógeno.

¿Cuáles son los disparadores?

Los desencadenantes comunes de la migraña pueden incluir:

• Sensibilidades a alergenos (por ejemplo, humo de cigarrillo)
Estímulo desagradable (luces brillantes, ruidos fuertes, olores o perfume)
Sobreexposición al calor o luz solar
Cambios en los patrones de sueño o sueño irregular
Saltarse las comidas o ayunar
Consumo de alcohol
Píldoras anticonceptivas, fluctuaciones hormonales durante el inicio de la menopausia
Los alimentos que contienen tiramina (por ejemplo, vino, queso, chocolate, etc.)
Los alimentos que contienen nitratos (por ejemplo, salame o comidas rápidas)

De todas formas, la exposición a un desencadenante no significa necesariamente que usted experimentará una migraña y evitar todas las causas anteriormente mencionadas no siempre previene las migrañas con un 100 por ciento de efectividad.

Opciones de tratamiento

Antes que nada consulte a su médico. Puede ser importante solicitar análisis de sangre y realizar otras pruebas. Esto es vital en las personas con EHGNA, enfermedad común en los individuos con síndrome metabólico (sobrepeso, hipertensos, pre-diabéticos).

Realizar dietas saludables (por ejemplo, la mediterránea) y los regímenes de ejercicio. Otras alternativas incluyen medicamentos analgésicos y AINEs, narcóticos (solo con receta médica).

Existen terapias naturales que pueden incluir la raíz de la petasita (Petasites hybridus) y la hoja de la matricaria (Tanacetum parthenium), el uso de ciertos aceites esenciales tópicos (por ejemplo, hierbabuena) y la Acupuntura.

Específicamente para el tratamiento del hígado, el cardo mariano o silimarina (Silybum marianum) tiene un largo uso histórico para normalizar la función hepática. Es bueno complementarlo con una dieta equilibrada baja en azúcares, dulces, gaseosas y carbohidratos.

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