Plantas que curan – Parte II

23/06/2014 • Fitoterapia, Hierbas Medicinales • Views: 3065

Desde la antiguedad el ser humano ha empleado las plantas como remedio para sus enfermedades; éstas contienen la capacidad de provocar reacciones curativas debido a que sus componentes guardan una proporción sabiamente elegida por la naturaleza. Cada planta representa un todo, un medio completo para un tratamiento integral.

Son utilizadas desde las culturas clásicas europeas, pasando por la China milenaria, donde siempre ha sido fundamental en su sistema de salud, existiendo textos de recopilación de más de 10.000 plantas con propiedades terapéuticas. Se conocen textos al respecto desde el siglo XVII a. de C. en Egipto desarrollados por estudiosos de la época. Adquirieron especial importancia también en Mesopotamia, la India, Grecia y los países del Golfo Pérsico.

Fue mediante la invención de la imprenta en 1450 por Gutemberg, cuando se comenzó a difundir el cuidado de enfermedades mediante el uso de las plantas. De suma importancia fue al mismo tiempo el descubrimiento de América por Cristóbal Colón en 1492, pues se importaron muchas variedades desconocidas hasta entonces en Europa y Asia. Posteriormente, en los siglos XVI y XVII, mediante el estudio químico de las sustancias activas existentes en las plantas, comenzó a gestarse la farmacopea actual interviniendo activamente la química.

Puede decirse que la utilización de las plantas así como su desarrollo posterior es la base de la medicina alopática o tradicional actual. No obstante, hoy en día, cada vez son más las personas interesadas en el abandono de la manipulación química y buscan remedios exclusivamente naturales, existiendo un regreso a las técnicas más tradicionales de manejo y elaboración de la plantas.

Orígenes de la medicina naturista


Doctor Claudio Estève
Presidente Honorario de la Asociación Naturista de Buenos Aires. Continúa con la larga trayectoria familiar del prestigioso Profesor Juan Estève Dulin (su fundador) y creador, en 1958, del «Criterio Naturopático» utilizado en todo el mundo. Una de sus principales misiones ha sido la edición y distribución de literatura Científica Naturista, así como la realización de Congresos, Conferencias y Cursos.
El Doctor Claudio Estève es la cuarta generación de vegetarianos en su familia y la tercera de Doctores Naturopáticos y Médicos.

Plantas que curan

Parte I: El Maíz • Aloe Vera • El Anís • Menta • Pino • Mango • El Álamo • Berro • Adormidera
Parte II: La cebolla • Ajenjo • Laurel • Romero • Perejil • Manzanilla • Diente de León • Ortiga Mayor
Parte III: Sustancias activas • Sustancias aromáticas • Clasificación por sus efectos • Formas de preparación

La cebolla

Conocida mundialmente, la cebolla es además de un excelente alimento en toda cocina, un incomparable remedio para muchos males que afecta a la humanidad.

Un fruto de la naturaleza curativo en todos sus usos. Los pueblos de la antigüedad conocían tanto su valor nutritivo como su apreciado valor curativo. Si bien la cebolla es la causante de tantas lágrimas en la cocina, su uso trae más que alegría a quien la tenga en cuenta a la hora de aliviar malestares y enfermedades cuando la situación lo requiera. Casi ninguna comida deja de incorporar un bulbo tan rico y benéfico en ninguna parte del mundo.

La cebolla contiene muchas vitaminas y minerales en su estado crudo, su valor se aprecia desde muy antiguo, ya en Egipto era considerada una formidable fuente de salud y poder para quien la consumiera. Por lo general se comía en grandes cantidades y en estado crudo. La cebolla aportaba fortaleza y salud a aquellos que debían llevar a cabo tareas que exigían fuerza y habilidad.

En la actualidad, no ha perdido su estimado valor, pues muchas personas saben de sus variados usos aplicados en la medicina doméstica. Nuestros abuelos sabían muy bien de la buena salud que aportaba el uso de cebollas en la dieta diaria. Las enfermedades en las que actúa eficazmente las cebollas son: Asma, catarros, ronquera, úlceras, hinchazones de cualquier tipo, enfermedades de la piel, problemas de garganta, es desinfectante, actúa contra las impurezas de la sangre y la fortalece, es imprescindible en la buena formación y mantenimiento de los huesos, excelente para el cansancio cerebral, ayuda al restablecimiento estomacal, intestino, riñones, en casos de reumatismo, gota, resfríos, tos, gripe, tisis, caídas, golpes, torceduras, estreñimiento, caspa, crecimiento del cabello, lombrices, microbios, enemas, cáncer, insomnio, diarrea, verrugas en la cara y en manos, retención de orina, tos convulsa, y muchas más.

La cebolla contiene sustancias que ayudan al cuerpo a su buen estado aportando, azufre, fósforo, silicio, hierro, calcio, magnesio, sodio, vitaminas A,B,C. Debido a su jugo purificador expulsa de la sangre toda clase de toxinas y sustancias extrañas, por ello tiene, la cebolla un lugar de privilegio en las curas de tipo caseras. Para hacer uso de gran poder curativo se puede hervir cebollas y el líquido resultante se toma luego como té. Esto es efectivo en casos dolores estomacales, reuma, estreñimiento, y todos los problemas de origen interno antes citados. Un té de cebollas en casos de gripe o resfrío es muy curativo. También se puede exprimir una cebolla, extraer su jugo mediante un exprimidor o rallándola manualmente. El jugo se mezcla con un poco de jugo de limón, se añade un poco de azúcar y se toma de a cucharadas durante todo el día y la noche.

Para expulsar el pus de los granos en la piel, se utiliza jugo de cebollas, mezclándolo con un poco de barro y miel, se calienta apenas y se aplica sobre la zona afectada, colocando luego una gasa para mantener el calor. Se deja por espacio de unas horas y se retira lavando la piel con agua tibia. De esta forma ayudará al organismo a expulsar esas sustancias extrañas que encapsuló en un antiestético granito. También en casos de ulceraciones de la piel se puede aplicar el jugo de la cebolla en combinación con aceite de oliva y friccionando suavemente la zona afectada. Asimismo, se pueden machacar algunas cebollas, se calientan en un poco de aceite y se practican cataplasmas en casos de dolores reumáticos o artríticos. Lo mismo es aplicable en casos de torceduras, golpes, dolores por caídas, etc. Quien tenga problemas de caída del cabello, puede extraer el jugo de las cebollas y mezclándolo con un poco de jugo de limón y jugo de ortigas, debe friccionarse el cuero cabelludo con la mezcla, esto es eficaz tanto en caso de caspa, seborrea como pérdida de cabellos. Se deja por espacio de una hora actuar el líquido en el cuero cabelludo y luego puede lavarse con un champú de ortigas. Para combatir el insomnio se debe cortar una cebolla por la mitad y aspirar por la nariz su olor, de esta manera actúa a través de los conductos nasales que informan al cerebro y pronto se manifestará una sensación de sueño. También se puede hacer un té de cebollas con un poco de miel o azúcar y beberlo antes de acostarse. Contra las verrugas Ahuecar una cebolla extrayendo el centro de la misma, agregar una cierta cantidad de sal. Luego tapar con la parte superior de la cebolla que se haya cortado antes, al momento de ahuecarla. Dejar la cebolla en un recipiente que pueda contener el líquido que durante la noche se desprenderá, puede ser un plato hondo, o una taza grande. Al día siguiente, con un pincel o hisopo aplicar sobre las verrugas. Se puede hacer durante el día, si no tiene que salir o por la noche. Luego de una hora lavarse la piel.

La aplicación diaria del jugo resultante hará que en poco tiempo desaparezcan las verrugas del rostro o de las manos. También pueden aplicarse rodajas de cebollas sobre las manos para aumentar su eficacia.

El ajenjo

El Ajenjo es una de las más maravillosas plantas medicinales que existen. Si bien su sabor es amargo, esto no impide que sea usada para el alivio de muchas enfermedades y con mucho éxito.

En la actualidad, vemos que a las plantas se las clasifica pero no se abunda en demasiados detalles sobre su uso, se trata de dar una síntesis de las propiedades y su aplicación en algunos casos, pero no en todos.

Esta hermosa planta es conocida desde la antigüedad y ha sido usada en diversas patologías con probada eficacia. Veremos sus usos más en detalles El té de ajenjo ha ayudado a través del tiempo a muchísimas personas para restablecer la salud. Es una hierba que se ha usado históricamente con variados fines, pero para los que nos interesa solo veremos su valor curativo. En la edad media era común tomar tintura de ajenjo, pero se comprobó que tomándola en grandes cantidades o haciendo un uso prolongado de la misma, causaba grandes problemas cerebrales y aún la muerte de quienes se abusaron, por el contenido de «aceite de ajenjo», el cual tomado en dosis pequeñas o por un tiempo limitado actúa favorablemente en el organismo, pero tomándolo por mucho tiempo, es nefasto. Esta es una advertencia que debe tener muy en cuenta.

El té de ajenjo fue usado con mucho éxito para: Gastralgia (dolores de estómago), mala digestión, diarreas, problemas de riñones, dolores intestinales, hidropesía, dificultades en la respiración, pirosis (ardor de estómago), gripes, problemas urinarios, histeria, dolores de muelas, mal aliento, flujo, menstruación dolorosa, atrasos menstruales, envenenamientos con plomo y de otros elementos, pestes, intoxicaciones, parásitos intestinales, parásitos de la piel, picazones. Se puede preparar un té de ajenjo o secar partes de la planta y luego conservarla en polvo, en lugar seco.

El té se prepara utilizando 5 gramos de la hierba en una taza con agua hirviendo, se deja reposar y luego se puede tomar de a cucharadas durante el día, (una cucharadita de la hierba en un taza de agua hirviendo). En casos de diarreas o problemas de ventosidades o vómitos, puede hacerse una cataplasma caliente con las hojas de ajenjo, se coloca sobre el vientre de la persona afectada y se cubre con un lienzo seco. Se deja por espacio de unos 15 minutos y luego se retira, volviendo si es necesario a repetir la operación. De esta manera inofensiva puede aplicarse en niños pequeños, cuidando que la temperatura de la cataplasma sea adecuada, no muy caliente. Si tuviera dolor de muelas, también puede prepararse un té de ajenjo y hacerse buches con el mismo por espacio de unos minutos, mantener el té tibio sobre la zona afectada y en pocos minutos el dolor desaparecerá, pero recuerde que el dolor es indicativo de una afección que reclama atención médica, por lo tanto acuda a su odontólogo con frecuencia.

En casos de dolores de cabeza, puede tomar una cucharada del té cada hora, hasta su remisión, como así también puede hacer estas mismas tomas en caso de dolor de garganta. Hágase gárgaras con un té tibio. Además puede colocar en un terrón de azúcar unas gotas de limón y dejar que se disuelva en la boca, al pasar el azúcar por la garganta irá limpiándola. Las personas que sufren del hígado o tienen problemas de la vesícula biliar pueden tomar este excelente remedio que les aportará grandes beneficios. Prepárese un té (una taza) de ajenjo y guárdelo en la heladera, a cada hora tome una cucharada del mismo, en poco tiempo notará la diferencia. No se aconseja tomar el aceite esencial de ajenjo si no es con la supervisión de un médico, pues contiene ciertos componentes que pueden ser perjudiciales si no se saben las medidas a usarse. El ajenjo es también un perfecto vermífugo, es decir que combate con éxito las lombrices y otros parásitos. Para combatirlas en niños y en adultos, se puede tomar un pocillo de los de café del té de ajenjo antes de acostarse, además colocar una cataplasma tibia sobre el vientre.

En casos de enfermedades de los pulmones, también el ajenjo es un muy buen remedio. Para ello, puede pulverizarse las hojas secas de ajenjo y masticar media cucharadita, dos o tres veces por día, asegurándose de masticarla por cinco minutos. Úsese solo esta poca cantidad, sino también puede prepararse un té de ajenjo endulzado con miel y unas gotas de limón. Aquellas personas que diversas circunstancias noten que tienen mal aliento, pueden hacerse enjuagues bucales con el té de ajenjo, esto les ayudará a sobreponerse de este molesto problema hasta que erradique sus causas. Asimismo, un preparado para el baño corporal de té de ajenjo ayudará a evitar sensaciones de picazón producidas por diversos motivos (ácaros, alergias dérmicas, etc.), puede frotar el cuerpo, antes de salir del baño con una esponja embebida en el té de ajenjo durante unos minutos y luego comprobará su eficacia. El ajenjo también se ha usado en otros tiempos contra las mordeduras de animales y para evitar infecciones, pues su acción inmediata es muy atinada en estos casos. Para ello se prepara un té de ajenjo, haciendo hervir por unos minutos las hierbas y se aplica caliente (no demasiado), sobre la herida.

Asimismo pueden machacarse hojas de ajenjo y aplicarlas a modo de compresa y luego lavar la herida con el té. Además tomar una infusión de ajenjo. Los principios activos del ajenjo expulsan de organismo las sustancias extrañas y tomado en infusión y por un espacio limitado de unos días no resulta peligroso, sino todo lo contrario, es benéfico para la salud y el equilibrio del organismo en general, pues purifica la sangre. Aquellas personas que sufren de sordera u otitis producida por sustancias impuras que atascan los conductos auditivos, pueden hacer hervir ajenjo en una cacerola y luego retirándola del fuego, colocar el oído afectado cerca para que reciba el vapor sobre el mismo. De esta manera podrán salir las sustancias impuras o pus de los conductos. Luego de limpiarse los oídos, puede hacerse vahos con té de manzanilla.

Para aquellas personas que tienen animales en establos o en su casa, es conveniente hacer de vez en cuando una limpieza con humo de ajenjo. Se colocará sobre unos brasas al rojo, hojas secas de ajenjo esparciendo luego el humo producido en todos los sitios donde se encuentren los animales, de esta manera se purifica el aire y se evitan problemas entre las personas y los animales. En caso que se haya bebido alcohol en exceso, debe tomarse un pocillo del té de ajenjo o unas cucharadas puestas en un vaso con agua. De esta manera se evitará la resaca del día siguiente a la vez que, usado por espacio de diez días, no más, quita el vicio de tomar bebidas alcohólicas. También ha sido sugerido para las personas que fuman hacer una vez al año, una cura con ajenjo.

¿Cómo se lleva a cabo una cura con ajenjo?
Se colocan 10 gramos de la hierba fresca o seca en un recipiente, luego se vuelca en él, medio litro de agua hirviendo, se filtra y se guarda en envase de vidrio. Esta infusión, debe guardarse por no más de 10 días en el refrigerador. Se tomará una cucharada del té cada hora o cada dos horas. Siempre lejos de las comidas, una hora antes o una hora después. Hacer una cura por 10 o 20 días (máximo), da excelente resultados en casi todas las personas y al hacerlo una vez al año, se precaverá de muchos inconvenientes.

Aun así siempre preste atención a cualquier problema y si tiene dudas consulte inmediatamente con su médico. Si bien en la naturaleza se encuentra un remedio para cada afección, siempre es bueno contar con la opinión de expertos en los problemas de salud.

El laurel

Símbolo de gloria, fama, poder y profecías, el laurel ha sido desde la antigüedad, una planta usada por siempre. Con sus ramas se coronaban a los vencedores en la antigua Roma y aún en la actualidad, a los vencedores de varias competencias se les entrega ramas de laureles en formas de coronas.

Esta planta se asociaba a Dios y al sol, por lo que se la consideraba sagrada y ya en Delfos era usada por las pitonisas para profetizar, de allí su valor místico. Las hojas de laurel tienen propiedades que pueden ser aprovechadas al preparar un té curativo en las siguientes enfermedades: Nerviosismo, mareos, melancolía, tristezas, desgano, pánicos, debilidad corporal, falta de voluntad.

Problemas de la vejiga, dolores de garganta, problemas pulmonares, parasitosis dérmica, reuma, artritis, parálisis, dolor de estómago, digestión lenta, stress, regulador menstrual, sordera.

En ciertas enfermedades dérmicas o de articulaciones, puede aplicarse una cataplasma sobre la zona afectada con un té tibio-caliente. Para preparar el té se colocan 10 gramos de hojas de laurel en un litro de agua. Se hierve por 3 o 5 minutos, se retira del fuego y se deja entibiar. Luego puede tomarse de 3 a 4 pocillos por día.

También puede obtenerse o comprase en farmacia «aceite de laurel» que entibiado y puesto en fomentos, alivia los problemas reumáticos y dolores óseos. También es efectivo en casos de problemas dérmicos como por ejemplo la sarna y otras afines.

Antiguamente se quemaba en las habitaciones de los enfermos, hojas de laurel y mirra para purificar el ambiente, pues su agradable alejaba los malos olores. Para levantar el ánimo y fortalecer la voluntad, pueden colocarse 3 hojas de laurel en agua fría y dejarlas macerar por la noche. A la mañana, al levantarse puede beberse un poco del agua.

Romero

Composición: Arbusto perenne de hojas lineales y rígidas, pudiendo llegar a medir 1 metro. De sus axilas de los brotes superiores salen flores labiadas azuladas o violáceas. Sus frutos son tetraquenios.

Localización: Crece en cualquier lugar de la zona mediterránea y centro de España. En terrenos calcáreos y secos.
Recolección: Se recogen los brotes jóvenes en tiempo caluroso. Se secan en zonas de sombra ventiladas. Propiedades: Posee un olor muy característico y profundo. Es una de las plantas más usadas desde hace muchísimos años. Contiene alcaloides, saponina, ácidos orgánicos y aceite esencial que está compuesto de alcanfor, cineol y borneol.

Con él se fabrica el alcohol de romero, muy apreciado por nuestros padres y abuelos para calmar el cansancio. También se usan infusiones de sus hojas, teniendo propiedades sedativas y diuréticas.

Otras propiedades son las de proteger el hígado de las grasas, los bronquios y las vías respiratorias, contra los reumatismos, agotamientos, astenia y vértigos. Es tóxico en dosis grandes.

Resulta muy agradable para condimentar asados y sopas. Actualmente se está utilizando en perfumería y geles de baño, junto a otras plantas aromáticas.

Perejil

Composición: Planta herbácea anual o bianual de la familia de las umbelíferas. De 15 a 50 centímetros de altura, con raíz bulbosa (a modo de zanahoria), l se ramifica casi desde la base del tallo, terminando en umbelas con flores amarillentas (hasta 20 – 25 radios cada una). Las hojas son tripinnadas de color verde muy oscuro Los frutos son diaquenios. Toda la planta desprende un olor estimulante y aromático.

Localización: Su origen se encuentra en el sureste europeo. Se cultiva en huertas (el perejil común por sus hojas y el de raíz gruesa por su bulbo) y también aparece en lugares pedregosos cerca de los pueblos.

Recolección: época de floración va de junio a agosto y se cosechan las hojas de junio a noviembre. Los frutos, de agosto a noviembre y la raíz de octubre a noviembre. La raíces se guardan después de desecarlas y los frutos una vez formados.

Propiedades: Se utilizan las hojas de perejil cada vez más como condimento para la confección de salsas y aderezo de guisos y asados. Junto con el ajo, forma una pareja muy apreciada en el arte culinario.

Entre sus principios activos destacan: un aceite esencial (oleum petroselini – con apiol y miristicina – 7% ensemillas y 5 % en raíces), un glucósido (la apiina), flavonas, vitaminas C y A.

Estos principios confieren a esta planta efectos diuréticos, estomacales, expectorantes y estimulante del apetito. Algunos autores relatan propiedades afrodisíacas por el consumo de perejil. En infusiones de raíces se recomienda 3 o 4 cucharaditas añadidas en el agua.

Las infusiones de hojas y semillas se usan para la tos, ictericia, amenorreas y dismenorreas. En proporciones mayores puede resultar tóxico.

Manzanilla

Composición: Planta de la familia de las compuestas (género: áster – margaritas) herbácea anual muy olorosa, con el tallo fino y erguido, con muchas ramificaciones a los lados; que rematan con flores formadas por cabezuelas en forma de cono, con el centro amarillo y los pétalos blancos. Da como fruto un aquenio. Tiene pocas hojas, que son pequeñas, pinnadas y de color verde grisáceo.

Localización: Aparece en cualquier parte del campo, jardines, caminos, etc. Se extiende con muchísima facilidad, sin necesidad de cuidados especiales. Es muy frecuente en toda Europa y Asia. Crece fácilmente en suelos removidos y con clima fresco, pero no frío. Recolección: Florece entre los meses de Abril y Agosto. Para uso medicinal se cosechan las terminaciones florales, cuando la planta presente todo su esplendor; labor que puede realizarse varias veces al año. Una vez recolectadas se procede al proceso de secado natural a la sombra y en un lugar ventilado que evite su putrefacción.

Propiedades:
La flor de la manzanilla común tiene en su composición un aceite esencial que los árabes utilizaban para realizar fricciones, dado su efecto antiinflamatorio. También tiene bisabolol, azuleno, camazuleno, flavonas, farneseno, flavonas, glucósidos y otro tipo de sustancias activas (quecetol y apigenina). Las flores poseen propiedades antiinflamatorias, carminativas, desinfectantes, estomacales, diaforéticas, antiespasmódicas, antiflogísticas, antialérgicas y calmantes. Buen resultado en la inflamación de las vías urinarias.

La infusión de manzanilla se puede aplicar como uso interno (en casos de gripe, diarreas, como relajante) o como uso externo (en forma de pomada, baños, emplastes).

Diente de León

Composición: Planta herbácea vivaz de la familia de las compuestas. Tiene una altura de 10 a 30 centímetros. De raíz nabiforme y roseta de hojas basales. Hojas polimorfas con los bordes dentados. Las flores se reúnen en el extremo al final de un bohordo piloso, son de color amarillo y sus frutos son aquenios.

Localización: En cualquier parte del campo, en las veredas de los caminos, en el césped.
Recolección: Se recogen las raíces (marzo), tallos (marzo-abril), hojas (mayo-septiembre) y flores (abril-mayo). Las raíces hay que lavarlas mucho, se cortan a lo largo y se secan. Los tallos se recogen antes de que florezca la planta. Las hojas y flores en primavera.

Propiedades:
Aunque todas las partes de la planta tienen sustancias amargas (taraxicina e insulina), es en la raíz donde más concentración de las mismas aparece, además de contener taraxisterol y homotaraxisterol (acción beneficiosa para el hígado y la vesícula biliar). Ejercen una acción diurética debido a su contenido en sales de potasio. Las hojas frescas son ricas en vitamina C, consumiéndose en ensalada (cuidado en zonas donde se usen fertilizantes).

Las flores poseen carotenoides. Hace años se recomendaban a los enfermos de artritis y personas aquejadas de disfunciones hepáticas o renales; también para problemas oculares. Se utiliza actualmente con mucha frecuencia en fitoterapia.

Ortiga Mayor

Composición: Planta herbácea vivaz o perenne, dioica, de la familia de las urticáceas. Posee una altura entre 50 y 100 cm. Posee un tallo erguido y cuadrangular; las hojas son, ovaladas, dentadas y opuestas. Las flores son pequeñas, dispuestas en racimos colgantes. Recubierta con pelillos que producen urticaria al tener contacto con ellos.

Localización: se da en suelos ricos en nitrógeno, y en cualquier lugar donde habite el hombre (se dice que va detrás de él). En corrales, sitios rústicos, huertos,… Aparece en toda Europa.

Recolección: en fitoterapia y en los pueblos, se utilizan desde hace mucho tiempo las sumidades floridas y las hojas, que se cosechan desde el fin de la primavera hasta el verano, procediendo a su secado antes de utilizarlas.

Propiedades:
Los pelillos de la planta que producen urticaria con su contacto sobre la piel, poseen una sustancia histamínica (picante e irritante), ácido fórmico, resina, silicio, acetilcolina, potasio, potasio, vitamina A, provitamina C, taninos, glucoquininas y una gran cantidad de clorofila (de ahí su color verde oscuro e intenso – muy útil para la fabricación de algunos cosméticos).
Entre sus propiedades destaca el servir como antinómica, para proteger las infecciones en el aparato genitor-urinario, del aparato respiratorio, estimulante de la producción de glóbulos rojos, vasoconstrictora, antidiabética, diurética y depurativa.
Sus hojas se emplean en decocción o en infusión, a razón de una cucharada pequeña en cada vaso de agua, tomándolo 2 o 3 veces al día. También se consume como verdura, hervida con anterioridad y aderezada con sal y aceite. En reumatismos, aplicando sobre la zona afectada, alivia mucho el dolor, aunque su aplicación directa es, en principio, dolorosa. Se cuenta que en la Antigua Roma se azotaba con un ramo de ortigas debajo del ombligo, riñones y nalgas al hombre (sobre todo anciano)) para volver a dotarles del vigor perdido.

 

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