Osteoporosis y nutrición

14/05/2014 • Nutrición, Tercera edad • Views: 2085

Los huesos son un órgano tan vivo como cualquier otro y además de servirnos de sostén, cumplen otras importantes funciones. Por ejemplo, en su interior, se halla la médula ósea, donde se forma la mayor parte de las células de la sangre.

Además junto con el riñón, el intestino y las glándulas tiroides y paratiroides, juega un papel fundamental en el equilibrio del calcio y del fósforo, sustancias esenciales para el funcionamiento de cualquier célula y cuya cantidad tiene de permanecer estable dentro de unos límites muy estrechos.

Nos demuestra que los huesos no son un organismo estable y permanente, el hecho de que, tanto su tamaño como su consistencia son muy diversos, no es lo mismo en un niño que en un adulto, por tanto, tienen una capacidad de desarrollo y de crecimiento que se prolonga hasta alcanzar la situación adulta, aproximadamente a los veinte años. Se sabe, además, que cuando un hueso se rompe, él solo es capaz, en condiciones normales, de repararse y recuperar la dureza que tenía anteriormente.

En general, las personas forman los huesos hasta cerca de los 30 años. «Durante un tiempo la masa ósea se mantiene en un nivel máximo y luego empieza a decaer “. Después los huesos se vuelven menos densos y anualmente pierden alrededor del 0,3 % de su masa, porque la estructura de apoyo se erosiona y el calcio se acaba poco a poco. Después de la menopausia, la pérdida se acelera a veces entre el 2 y el 3 % por año.

En la mayoría de los casos las patologías óseas llegan en las mujeres de la mano de la menopausia. En los hombres la pérdida de masa ósea es progresiva, en general a partir de los 50 años. Por eso se aconseja a todas aquellas que han llegado a esa etapa realizarse una densitometría una vez por año, o cada dos años si el resultado es normal.

La Osteopenia, ¿qué es?

La Osteopenia, es un escalón previo a la osteoporosis, el deterioro grave de los huesos que es factor de riesgo de fracturas. La padecen el 15 por ciento de las mujeres de entre 30 y 40 años. Se puede prevenir con un diagnóstico precoz.

Es una entre tantas enfermedades «silenciosas», que se instalan sin producir síntomas y pueden avanzar hasta niveles riesgosos si no se trata a tiempo.

Pero si se detecta en forma temprana es casi siempre controlable y muchas veces puede revertirse. Aunque la osteopenia puede avanzar hasta la osteoporosis, los médicos aseguran que muchas veces es posible detenerla e incluso reconstituir el hueso debilitado. Por eso, los controles son fundamentales.

La Osteoporosis

Osteoporosis significa, literalmente, porosidad en los huesos. La enfermedad de la OSTEOPOROSIS consiste en una alteración del metabolismo del hueso: se forma menos cantidad de la que se destruye. Si esta situación durara unos cuantos días, no tendría mayor importancia; pero cuando se prolonga a lo largo de mucho tiempo, los huesos van perdiendo progresivamente sustancia, sus trabéculas se hacen cada vez más frágiles y débiles, y el hueso por tanto, más quebradizo. Su tratamiento resulta difícil, puesto que depende de los hábitos de toda una vida.

¿Porque afecta a las mujeres maduras?

Hacia los 70 años, una mujer puede tener tan sólo la mitad de la masa ósea que tenía los 30 años. Así, los huesos se vuelven débiles, frágiles y quebradizos. La estatura termina por reducirse un poco porque la columna vertebral se comprime; en casos extremos, las vértebras superiores se curvan y forman una joroba. El riesgo de que se fracturen los huesos; incluso con presiones mínimas aumenta mucho, en especial en muñecas, piernas y vértebras; 1 de cada 4 ancianas llega a sufrir fracturas que limitan su movilidad. Las mujeres sufren un descenso brusco y mantenido de sus hormonas estrógenos y progesterona, fenómeno que acelera enormemente la pérdida de hueso.

Esta aceleración es aún mayor en las fumadoras y en aquellas mujeres a las que les fueron extirpados los ovarios antes de la menopausia.

Otra situación que merece una mención especial es el uso crónico de fármacos corticoides, lo que explica las precauciones de algunos médicos antes de utilizar estos medicamentos durante un tiempo prolongado.

Prevención

La osteoporosis, es una enfermedad en la que el papel más importante lo juega la prevención, una prevención que, comienza ya en la infancia y en la juventud. En este sentido, las principales medidas preventivas consisten en administrar una cantidad apropiada de calcio en la alimentación de los niños y jóvenes, puesto que es a esas edades cuando el hueso es más apto para captar esa sustancia que le permite alcanzar un buen nivel de dureza, y realizar una vida suficientemente activa. Sólo de esta manera podremos evitar una vejez frágil y peligrosa, en la que el más leve golpe puede tener consecuencias terribles.

El riesgo de la osteoporosis grave aumenta por factores como antecedentes familiares, menopausia temprana, dieta pobre en calcio y en magnesio, tabaquismo, alcoholismo y falta de ejercicio. Usted puede contribuir a prevenirla, o reducir una mayor pérdida de hueso cuando ya se ha iniciado el proceso, haciendo ejercicio con regularidad y evitando las dietas radicales, el tabaco y el alcohol.

Debe tenerse en cuenta que existen factores que interfieren con la absorción de calcio como el exceso de sal, alcohol, las xantinas y cafeína que encontramos en café, té, mate, cacao, bebidas colas. Éstas podemos consumirlas pero con moderación.

La actividad física es importante para fortalecer huesos y músculos, y aprovechar mejor calcio absorbido.

También es necesario el aporte de vitaminas como

Vitamina D. necesaria para la absorción y fijación de calcio; la obtenemos tomando sol 15 minutos diarios al estimular un precursor que se encuentra en la piel; también la incorporamos cuando consumimos hígado, yema de huevo o lácteos fortificados.

Vitamina C. necesaria en la síntesis de colágeno, proteína que forma parte del hueso, la encontramos en los cítricos como mandarina, naranja, pomelo, limón, también en el ají, melón, brócoli, zanahoria, tomate. Debe tenerse presente que la vitamina C pierde su efectividad si la exponemos a temperaturas mayores a 30 grados centígrados.

Vitamina A. La encontramos en yema de huevo, lácteos, peces grasos, hígado, y como pro-vitamina A en verduras y frutas de color amarillo y naranja, zanahoria, batata, melón, damasco y verduras de hoja verde intenso. En mujeres mayores de 50 años y hombres mayores de 65 años es recomendable el consumo de genisteína, que es una proteína que nos aporta la soja y actúa como estrógeno débil, estimulando la síntesis de masa ósea, podemos cubrir 30-40g de la misma con 1/2 taza de porotos de soja, 1 taza de bebida de soja, 130g de tofú (queso de soja).

Prestando atención a estas recomendaciones en general no tendremos “problemas” con nuestros huesos, previniendo así la osteopenia y osteoporosis en adultos y el raquitismo en niños.

Reducir el riesgo de problemas de los huesos

Consuma una cantidad suficiente de calcio y vitamina D en la alimentación. Los alimentos ricos en calcio incluyen leche descremada, yogur y verduras de hoja. Los suplementos de calcio con vitamina D son otra fuente de calcio. Los adultos deben consumir de 1.000 a 1.500 mg de calcio todos los días.

Haga ejercicio con soporte de peso. Caminar, trotar, jugar tenis, bailar y otras actividades de esa naturaleza fortalecen los huesos. No beba alcohol ni fume en exceso. Estos patrones de comportamiento aceleran la pérdida de hueso. Evite las caídas. Las fracturas de los huesos aumentan su riesgo de osteonecrosis.

Sugerencias Dietarias

Dar referencia a los alimentos ricos en calcio

La leche y derivados (yogur, cuajada, quesos…) tienen la fama de ser las mejores fuentes de calcio; sin embargo, existen diversos alimentos vegetales tanto o más ricos en este mineral que los anteriores.

No obstante, el aprovechamiento por el organismo del calcio de los vegetales no es tan eficaz como la del calcio de los lácteos y esto se debe a que existen en los alimentos sustancias que favorecen o interfieren con la absorción y posterior aprovechamiento de dicho mineral.

Favorecen la absorción del calcio:

La vitamina D, las proteínas, la lactosa, sustancias todas ellas presentes en los lácteos. De ahí que se considere a estos productos como fuente más eficiente de calcio.

Interfieren su absorción:

El exceso de fósforo, como ocurre en las dietas en las que se abusa del consumo de alimentos proteicos, especialmente de carne y derivados. Los fitatos, sustancias presentes en el salvado de trigo y en la cáscara de otros cereales y los oxalatos abundantes en las verduras de hoja, forman sales insolubles con el calcio, e impiden su óptima absorción.

Leche de Soja y sus derivados; cáscara de huevo (higienizada, desecada) se puede reducirla a polvo y luego mezclarla en sopas, licuados de frutas u otras preparaciones culinarias; otra receta: se mezclan por partes iguales, por Ej. siete cáscaras de huevos ( higienizadas y desecadas) con el jugo de siete limones, para esta proporción se agregan dos cucharadas de azúcar, se deja de 2 a 3 días en reposo, en la heladera, luego se cuela y se ingieren dos cucharadas soperas por día, o media tacita de café, en ayunas.

Peces: salmón, sardina, mejillones, ostras, langostinos, anchoas, los pescados de los que se come la espina tales como sardinas en lata, boquerones, etc., también son ricos en calcio.

Harina de soja, porotos negros, adukis, lentejas, sésamo, melaza negra, copos de cereales.

frutas: naranja, mandarina, duraznos, damascos, frutas secas, especialmente almendras, consumir 7 a 8 diarias, avellanas, coco rallado y legumbres en general y con cantidades más discretas, la col, el brécol, las espinacas, vegetales: alfalfa, choclo, zapallo, remolacha.

Alimentos Ricos en Vitamina D

La vitamina D se encuentra principalmente en el aceite de hígado de bacalao o arenque y atún.

Recomendaciones:

Ingerir líquidos – como mínimo 1200 ml. / día: tizanas, agua pura filtrada o mineral (preferentemente mineral debido al tenor de calcio) – Evite fumar y la ingesta de alcohol. – Expóngase a la luz solar diariamente en los horarios recomendados. La vitamina D es esencial en la absorción del calcio.
Practique ejercicios regularmente pues, mejoran la circulación sanguínea, contribuyen en el control de la presión arterial y peso, favorecen a la mineralización ósea, conservan el tono (rigidez) muscular, además de activar la inmunidad celular, previniendo enfermedades.

Duerma bien, el sueño ayuda en la reconstitución de las defensas orgánicas Busque armonizarse con el medio ambiente Conquiste energías positivas, que le ayudarán a producir substancias benéficas para la conservación saludable de su metabolismo.

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