Macrobiótica y salud

Macrobiótica y salud

30/05/2014 • Informes • Views: 3880

Si bien es uno de sus conocidos efectos, la macrobiótica es algo mucho más amplio que curarse a través de la alimentación.

Los principios macrobióticos aplicables a la nutrición y a la salud en general pueden dar resultados verdaderamente asombrosos. Cuando el enfermo comprende verdaderamente el origen de la enfermedad, recién entonces puede comenzar a «hacer algo» para revertir esa situación. En este sentido, la macrobiótica ofrece la oportunidad y la libertad de elegir nuestro propio destino. A través de nuestro pensamiento y elecciones tenemos la libertad de optar por resolver los problemas que se nos presentan… o intentar escaparnos de ellos encontrando los culpables de nuestros problemas en vez de aceptarlos e intentar solucionarlos.

La manera y la intención con la cual vivimos cada día es lo más importante. El mundo moderno acelerado y estresante hace que muchos de nosotros tengamos una visión del mundo más bien caótico. A través de la práctica de los principios macrobióticos de armonía y equilibrio podemos cambiar esa visión negativa del mundo, podemos «ver con otros ojos», con mayor claridad.

A través de la alimentación macrobiótica reconstruimos y purificamos nuestra sangre devolviéndole la salud al organismo. Cuando logramos mejorar la calidad de nuestra sangre, nuestra salud, inmunidad y bienestar se ven fortalecidos. De esta manera los «cimientos o pilares» de nuestra salud son sólidos, fuertes.

El objetivo de la macrobiótica no consiste en obsesionarse con la comida ni con la salud. Simplemente busca comprender cómo actúan los alimentos en nuestro organismo y lograr un óptimo nivel de salud para poder despreocuparnos de las enfermedades y de la energía destinada a resolver constantes problemas de salud, dolores, depresión, malestares en general. Así, si la salud física y mental se encuentran en orden, podemos enfocar nuestras energías hacia nuestros emprendimientos, proyectos, familia, relaciones, etc.

Como podemos observar, la macrobiótica es una manera de enfocar la vida, y no simplemente una dieta sana y natural como tantas otras. La clave de la macrobiótica es observar si la estamos disfrutando y nos hace sentir felices, de lo contrario no tiene sentido ya que la vida está hecha para disfrutarla. Lo maravilloso de la macrobiótica es la flexibilidad, cada persona puede practicarla de acuerdo con sus propias necesidades y circunstancias.

Recuperando la salud…

La calidad de nuestra sangre la creamos cada día de nuestras vidas. Si quieres cambiar tu salud necesitas cambiar tu sangre. Sin cambiar la calidad de tu sangre no será posible gozar de salud por mucho tiempo sin necesidad de tratar los síntomas con medicamentos, hierbas y otros suplementos. La salud debería ser un estado constante… lo cual es mucho más que simplemente un período entre dos enfermedades.

Nuestra sangre alimenta las células, tejidos, órganos, genes, hormonas, nervios, cerebro. La calidad de éstos estará directamente relacionada con la calidad de la sangre. El enfoque macrobiótico nos enseña que si algún órgano de nuestro cuerpo se ve afectado, tendremos que cambiar la calidad de la sangre que lo nutre para modificar esa condición. Asimismo, si una persona tiene muchos cambios anímicos, se encuentra depresiva o mentalmente inestable, la sangre nuevamente es un factor importantísimo ya que ésta nutre los componentes de todo el sistema nervioso.

Los factores que influyen en la calidad de nuestra sangre son:

  • pH – Equilibrio entre ácidos y alcalinos
  • Azúcar
  • Grasas y aceites
  • Agua
  • Equilibrio sodio/potasio
  • Concentración de otros minerales
  • Equilibrio yin-yang

Si aprendes a cambiar la calidad de tu sangre, puedes crear y mantener la salud en forma estable y armoniosa.

La macrobiótica y el cáncer
«Aproximadamente un tercio de las muertes que el cáncer ocasionará en el 2002 estarán relacionadas con hábitos de vida como la mala nutrición, el tabaquismo, la inactividad física y la obesidad» American Society of Clinical Oncology (ASCO).

El cáncer se desarrolla al producirse una degeneración crónica de la sangre, es el resultado de un gran deterioro en nuestro organismo, producto de excesos acumulados.

El consumo excesivo de grasa, en especial saturada, así como el azúcar, sal, alcohol, ha sido relacionado con 6 de las principales causas de mortalidad: enfermedades cardíacas y cardiovasculares, cáncer y cirrosis de hígado. (Fuente: Select Committee on Nutrition and Human Needs, USA).

La Academia Nacional de Ciencias (USA) emitió un informe de 472 páginas denominado Dieta, Nutrición y Cáncer, en el cual se asociaba la dieta moderna alta en grasa saturada, proteína animal, azúcar y aditivos químicos con la mayor parte de los cánceres, incluyendo malignidades en las mamas, colon, próstata, útero, estómago, pulmón y esófago. El panel revisó cientos de estudios médicos corrientes asociando modelos dietéticos a largo plazo con el desarrollo de 30 a 40% de cánceres en el hombre y 60% en las mujeres. El comité enfatiza la importancia de incluir frutas, verduras y cereales integrales en la dieta diaria. En estudios epidemiológicos, el consumo frecuente de estos alimentos ha sido relacionado con una menor incidencia de varios cánceres.

La macrobiótica no sólo se utiliza para prevenir el cáncer, sino que también podemos encontrar muchos casos en los cuales a través de la alimentación se ha logrado revertir enfermedades hasta que hayan desaparecido totalmente todos los síntomas. Realmente parece milagroso, pero es simplemente el cuerpo que vuelve a restablecer su armonía al recibir los cuidados adecuados.

De esta manera, la macrobiótica también nos ayuda a mantenernos alejados de las enfermedades para aquellos que gozamos de un buen estado de salud, además de sentirnos con vitalidad y energía, gozar de un buen estado anímico y mantenernos en forma física y espiritualmente.

Macrobiótica y emociones

Las emociones y actitudes pueden ser estudiadas como opuestos complementarios, tal como se clasifican las comidas dentro de la macrobiótica.

Las emociones negativas están relacionadas con algún desequilibrio en el funcionamiento de algún órgano de nuestro cuerpo. El odio, la irritabilidad, la violencia son emociones conectadas con la condición del hígado – la emoción opuesta que equilibra es el perdón, la indulgencia. La preocupación y tristeza se relacionan con el estómago, bazo y páncreas. El miedo excesivo se conecta con los riñones y vejiga. La ansiedad y nerviosismo se relacionan con el corazón, la falta de reacción o la reacción excesiva se relaciona con los pulmones

Desde el punto de vista de las características positivas (cuando los órganos están en equilibrio) el hígado se relaciona con la benevolencia y la amabilidad, el corazón con la comunicación y las relaciones, el estómago/páncreas/bazo se relaciona con la consciencia de nuestra potencialidad y con la creatividad, los pulmones con la concentración, los riñones y vejiga con el coraje, las ganas, la fuerza interior. De esta manera, podemos decir que las emociones son síntomas de nuestra salud física y pueden ser modificadas analizando la condición del órgano específico con el cual se relacionan.

Existe mucha gente que si bien físicamente se encuentra saludable sus síntomas emocionales (enojo, miedo, depresión, pesadumbre, etc.) o el deseo de encontrar mayor profundidad espiritual lo llevan a comenzar un estilo de vida macrobiótico. La macrobiótica también ayuda a comprender más profundamente cómo nuestras emociones también son un espejo de nuestra condición y salud y la manera de equilibrarlas.

La macrobiótica estudia los opuestos y complementarios – esto nos permite enfocarnos en los excesos y deficiencias y respetar nuestras limitaciones manteniendo la armonía en nuestra vida cotidiana. Empezamos a ser conscientes de cuánto es demasiada actividad o demasiada relajación, demasiada rigidez o demasiada flexibilidad, actitudes positivas o negativas, etc. Todo tiene su opuesto y su complementario y para estar en armonía es importante que éstos se encuentren equilibrados.

Las emociones negativas son todas aquellas que nos bloquean la conectividad con la naturaleza y el universo. En primer lugar debemos enfocarnos en nosotros mismos ya que estando bien nosotros mismos por dentro estaremos bien hacia afuera, construyendo relaciones armoniosas con el medio ambiente que nos rodea. Sin estos intercambios no podría existir la vida en nuestro planeta. Y esta conectividad con la naturaleza es justamente el enfoque de la macrobiótica: la constante búsqueda del equilibrio a través de la alimentación y del estilo de vida.

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