Apetito desenfrenado: ¿Qué medidas podemos tomar?

Apetito desenfrenado

10/05/2014 • Otros trastornos & adicciones, Trastornos & Desórdenes • Views: 46

A veces surge esa desagradable sensación de tener un hambre terrible y una cierta ansiedad por consumir determinados alimentos, casi siempre dulces.

El momento en que se tiene ese apetito desenfrenado es más importante de lo que, en principio, podría parecer. De hecho, se puede decir que hay situaciones determinadas en las que se sufre con mayor frecuencia. Las personas que están estresadas o deprimidas lo suelen padecer habitualmente, ya que la comida puede ser una especie de apoyo emocional.

Los hombres son menos propensos a esta incómoda sensación que las mujeres, quienes aseguran que se multiplica la semana anterior a la menstruación. Durante este periodo el apetito aumenta, mientras que el gasto metabólico disminuye. Parece ser que se debe a que las mujeres tienen en ese momento grandes fluctuaciones de la glucosa, debidos a los cambios hormonales. Del mismo modo, las embarazadas suelen ver incrementado ese terrible apetito a causa, probablemente, del cambio hormonal que sufren.

Otra de las situaciones en que más se padece este desagradable Apetito desenfrenado es durante los regímenes de adelgazamiento, que podrían estar ligados a los deseos obsesivos que origina el proceso de autorrechazo.

Por otro lado, las personas mayores son quienes tienen menos episodios de este hambre irresistible. Una de las razones puede ser, sencillamente, la pérdida del sentido del olfato y del gusto.

Las situaciones en las que se cae con mayor facilidad en la tentación de tomar un alimento poco saludable y muy calórico, se dan con una enorme frecuencia. Las fiestas y las cenas o comidas (muchas veces de trabajo y compromiso) son frecuentes en nuestro ritmo de vida. En esos momentos, en los que se nos sienta la tentación a la mesa, basta con seguir algunos consejos. A la hora de pedir una bebida, opte por el agua mineral o la soda; nada de bebidas gaseosas y con azúcares. Procure no ingerir canapés ni emparedados. En un restaurante, retire el pan y la mantequilla de su lado y elija de la carta los alimentos que más le vayan a saciar.

Una de las claves que se deben tener en cuenta para no padecer un hambre irresistible es que es mejor acabar con ella antes de que llegue. Si espera a sentir esa sensación podría acabar sintiéndose deprimido y comiendo de manera compulsiva. Por otro lado, a la hora de ingerir los alimentos, es importante que lo haga despacio y con paciencia, nunca como si realmente estuviera hambriento. Y es que, si se le da algo de tiempo al organismo, el apetito suele acabar desapareciendo. No debe sentir rechazo hacia el alimento que le produce esa sensación. Simplemente, consuma poco de él.

Cómo quitarse el hambre?

Esa desagradable sensación de tener un hambre casi insaciable es más fácil de eliminar de lo que parece. Basta con consumir alguno de los denominados alimentos saciantes, que llenan el estómago sin engordar. El tomate y el melón son dos de ellos.
La sensación de tener un hambre casi irresistible es más frecuente de lo que muchos desearían; de hecho, es uno de los principales problemas que sufren las personas que siguen una dieta de adelgazamiento. En estos casos este Apetito desenfrenado puede responder a razones psicológicas, ya que, el proceso de auto rechazo origina deseos obsesivos.

Esa desagradable sensación puede ser combatida de manera sencilla. Tan sólo es necesario consumir en esos momentos determinados alimentos que sirven para saciar el hambre y que, sin embargo, no engordan.

Los menos saludables, los más atractivos

Pero, paradójicamente, cuando ese hambre se apodera de nosotros, la tentación no nos inclina precisamente a consumir alimentos saludables, sino otros más de capricho. Los dulces -sobre todo el chocolate- y las grasas son los que se llevan la palma; es decir, aquellos que contienen más calorías. Sin sustituir las frituras por otras formas de cocinar más sanas no habrá manera de controlar el peso.

La cocina al vapor no tiene porqué ser insípida ni mucho menos. Los alimentos mantienen todo su sabor y para darles un poco más de gracia se pueden acompañar con infinidad de guarniciones, sólo hace falta un poco de imaginación.

Hay alimentos que consiguen acabar con esa sensación de apetito sin aportar un gramo de más a nuestro cuerpo. Son alimentos básicamente sanos; productos ricos en fibra. Esto sucede con las frutas, gracias a los azúcares que aportan. Otros alimentos saciantes son las verduras, las legumbres y los cereales que, para que no engorden, deben ser integrales.

Los más saciantes

Tomate.
Es el alimento que con mayor facilidad consigue acabar con esa desagradable sensación, sobre todo si se toma fresco. En tal caso, se puede consumir a cualquier hora. Otra opción es el zumo, que es igual de hipocalórico, pero sacia menos.

Naranjas y limones.
De entre todas las frutas, las naranjas y los limones son de las más apropiadas. Por eso es factible consumirlos entre horas, casi en cualquier momento.

Las fresas y el melón.
Si se consumen fuera del horario de comidas, solas o con zumo de naranja, también consiguen llenar el estómago con facilidad. Otra fruta muy adecuada para estas ocasiones es el melón. Siempre y cuando se tome solo, puede hacerse en abundantes raciones.

Repollo y lechuga.
Además del tomate, hay otros productos que también provocan esa sensación de saciedad. El repollo es uno de ellas. Si se toma aliñado con sal y vinagre, apenas aporta calorías y acaba con el apetito. Lo mismo sucede con la lechuga, a la que se puede añadir tomate y cebolla.

Espárragos y setas
En numerosas dietas de adelgazamiento se recomiendan los espárragos porque son ricos en fibra, provocan un favorable efecto diurético y, al mismo tiempo, son saciantes. Eso sí, han de cocinarse sin apenas grasa, al igual que las setas. Entonces, ambos alimentos pueden ingerirse en cantidades abundantes.

Huevos y mejillones
Fuera de las frutas y las verduras, se puede contar como alimento que acaba con el hambre, con los huevos y los mejillones. Eso sí, los primeros han de estar cocidos y aderezados sólo con una pizca de sal, mientras que los segundos, deben tomarse al vapor.
Del mismo modo, hay determinados alimentos de los que debemos mantenernos alejados. El pan, los bollos, el arroz, los dulces en general, la mantequilla y el azúcar, son algunos de ellos. Por supuesto, las patatas, más aún si son fritas, han de estar fuera de nuestra dieta habitual, incluso si es tan solo para acompañar los platos principales.

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